Aleksandr Románovich Beliáiev nació en Smoliensk en 1884, hijo de un sacerdote ortodoxo. En 1923 se instaló en Moscú y ejerció como jurista, pero se inició literariamente en el campo de la ciencia ficción con obras como La cabeza del profesor Dowell (1925), El último habitante de la Atlántida (1926), El hombre anfibio (1928) y La estrella de KETS (1936). Desde 1928 y durante una década prosiguió su obra en Leningrado, colaborando con la revista Vokrug Svieta, en la que publicaría El ojo mágico (1935), la serie de Las invenciones del profesor Wagner (1926-1936), y El día del Juicio Final (1929).
Considerado uno de los fundadores de la ciencia ficción en su país, se le llamó el Jules Verne ruso: escribió más de ochenta novelas y relatos pertenecientes a ese género, algunos de ellos llevados al cine. En sus obras anticipó numerosos avances en el campo de las ciencias. Habiendo sufrido diversas enfermedades graves y la pérdida de varios de sus hijos, pasó los últimos años de su vida en la localidad de Pushkin, junto a su familia. Durante la ocupación y sitio de la ciudad por parte de los nazis en 1942, acabó muriendo de hambre, mientras su hija y su mujer eran deportadas a Polonia.