Federico García Lorca nació Granada en 1898. En la universidad cursó Filosofía y Letras y Derecho. Allí se despertó su interés por la escritura que se plasmaría en 1918 con la publicación de un breve y temprano libro de prosas: Impresiones y paisajes. Un año después Lorca se trasladaría a Madrid para completar sus estudios en la Residencia de Estudiantes. En un clima liberal y abierto a las corrientes intelectuales y estéticas de su tiempo entabló amistad con Salvador Dalí y Luis Buñuel. El desmesurado éxito del Romancero gitano (1928) y la imposibilidad de representar sus obras bajo la dictadura de Primo de Rivera le llevaron a embarcarse hacia Nueva York. Las alucinantes semillas de Poeta en Nueva York (que se publicaría de manera póstuma) empezaban a incubarse. La Segunda República y García Lorca se beneficiaron mutuamente. El Ministerio de Educación financió el grupo teatral del poeta, La Barraca a cambio de que la compañía representase obras del Siglo de Oro por pueblos alejados de los centros culturales. El periodo que va de 1931 a 1936 supuso un estallido creativo casi inverosímil: obras dramáticas como Bodas de sangre, Yerma, La casa de Bernarda Alba y poemas como Divan del Tamarit o su obra maestra: Llanto por Ignacio Sánchez Mejías. Lorca consideraba la tensión política como “un juego de niños”. Y cuando las fuerzas sublevadas tomaron la ciudad se refugió en casa de su amigo Luis Rosales, convencido de que los contactos de la familia con el falangismo le protegerían. Pero se le detuvo acusado de ser espía de Rusia, colaborador del ministro de cultura republicano y de “practicar la homosexualidad”. Fue trasladado de inmediato a un calabozo improvisado y fusilado de madrugada, camino de Alfacar.
Se cree que su cuerpo descansa en una fosa común.