Descripción
Para Bernard Hiller, la insistencia en una verdad escondida del yo es clave: todo actor que quiera triunfar (no habla de buenos y malos actores, sino de actores con éxito y sin éxito) debe descubrir la verdad de sí mismo. Para ello se sirve de la cita de Al Pacino: The camera can film my face, but until it captures my soul, you don’t have a movie. En su método, Hiller propone centrarse en el cuerpo y sus movimientos expresivos para lograr que todos sean reales en un escenario. Da más importancia al cine que al teatro, insiste en que el cine es una industria (show-bussines) y, como tal, un ámbito en el que hay que «venderse». A tal efecto, uno tiene que encontrar la cualidad en la que más destaca y aprovecharla o explotarla al máximo. Uno tiene que ser uno mismo.
