Descripción
«El talento extraño y poco convencional de Barbara Comyns y esa mirada inocente que observa con simplicidad infantil los sucesos más fantásticos o más ominosos nunca se han ejercitado tan admirablemente como en esta novela.» (Graham Greene)
«Tiene la vividez y la intensidad reveladora del relato de Pip en Grandes esperanzas o del joven David Copperfield… Una novela maravillosa y original.» (Alan Hollinghurst)
«Enseguida me di cuenta de que en ninguna parte estaría peor que en casa.» Alice vive con su madre enferma y su padre, un veterinario despótico y brutal, en una vieja casona de un oscuro barrio de Londres. Encima de la chimenea tienen un cráneo de mono, y en el suelo la piel de un gran danés. La madre muere, y el padre la reemplaza por una tabernera que no tarda en comportarse como una indecente madrastra. Alice tiene, pese a todo, un joven que la admira, Ojitos, y un don «peculiar» que le da paz… pero del que no se atreve a hablar con nadie. Además, ella no quiere ser «peculiar».
La hija del veterinario (1959) es una novela inquietante y fantasiosa, pero perfectamente controlada por una voz narrativa delicada, intencionada e inteligente. Barbara Comyns confirma en ella su singular humor, su maestría para un punto de vista familiarizado con la catástrofe y con esas «pequeñas cosas que nunca se olvidan».