Descripción
Rebuscando entre papeles para entretenerse durante una convalecencia, un caballero victoriano da con las memorias de un olvidado personaje de la época de la Regencia, que fue amigo de un antepasado suyo. Este personaje, modesto hijo de un clérigo que llegó a ser parlamentario y ejercer cargos políticos, presenta la peculiaridad de tener una identidad desdoblada. Por un lado está Miles Lufton, amante de la vida familiar, convencido de que la sociedad debe contribuir a la felicidad, defensor de los indefensos y «capaz de pasar una hora entera escuchando a un ruiseñor». Por otro, un tipo a quien llaman «Pronto», un arribista que solo piensa en su ascenso social, que cree que «las emociones son un poquitín vulgares» pero que sabe cómo despertar en su provecho el sentimentalismo de la alta sociedad: «hace –por ejemplo– cumplidos antes del desayuno». Sin embargo, ¿hasta qué punto son distintos Miles y Pronto? ¿Tal vez uno es la coartada del otro? En cualquier caso, este ser dual vive, progresa y se desencanta en un mundo que es el de las novelas de Jane Austen –casas parroquiales, grandes fincas campestres, modestas viviendas de arrendatarios, ricos salones de Londres– y también el de sus personajes: terratenientes ociosos, damas crueles, amigos leales, astutas consejeras y parientes pobres que anhelan una vida independiente. Ahí conocerá el amor y la decepción. Troy Chimneys (1953) es una novela originalísima en la que Margaret Kennedy consigue introducir con inteligencia una mentalidad contemporánea en un pasado en el que, no menos que en el presente, el triunfo se mide a costa de los deseos más íntimos.