Descripción
Disponible a partir del 03/09/2025
En prácticamente todas las familias hay momentos en los que los adolescentes retan a los padres y no aceptan los límites y las normas que se les exigen. Pero la batalla por el control va más allá; se trata de un patrón de relación crónico que agota los recursos emocionales de la familia y puede afectar a la identidad, la autoestima y el desarrollo del adolescente, dando lugar a comportamientos destructivos que causan estrés a todos los que le rodean. Acabar con la batalla por el control entre padres y adolescentes desvela los tres elementos que sustentan este conflicto crónico -reactividad, tono emocional negativo y estar «centrado en la otra persona»- y propone los cambios fundamentales para tratar los problemas subyacentes, avanzar hacia una forma más positiva de ver al hijo y al mismo tiempo crear un cambio en el comportamiento que sea profundo y duradero. Las herramientas basadas en la terapia familiar estructural servirán para abordar problemas específicos y crear un patrón de relación más saludable.
La lucha de poder entre padres y adolescentes no es nada nuevo, pero lo que el psicoterapeuta Neil D. Brown denomina «la batalla por el control» es un patrón de comportamiento destructivo que se autoperpetúa y que influye negativamente en el desarrollo del adolescente y de toda la familia.