Descripción
En la primera casa en que entró a trabajar como pinche de cocina, a los quince años, Margaret Powell se quedó atónita cuando le dijeron que, entre sus tareas, figuraba la de planchar los cordones de los zapatos. La señora de la casa le prohibió, además, entregarle en mano cualquier cosa: siempre tenía que ser «en bandeja de plata». Era la Inglaterra de los años 20, y en ella una chica empleada en el servicio doméstico tenía que mentir a los chicos si quería encontrar novio: ellos las llamaban «esclavas».
En el piso de abajo son las memorias de una mujer sedienta de educación que no comprende que, cuando pedía un libro de la biblioteca de sus señores, éstos la miraran incrédulos y espantados. Con el tiempo, aprendió por su cuenta y en 1968 publicó este libro, que ha sido la fuente reconocida de inspiración de series como Arriba y abajo y Downton Abbey, pero mucho más incisiva e intencionada que ellas. En el sótano, a «ellos» (como llamaban a los señores), se les hacía «una especie de psiconálisis de cocina, sin cabida para Freud. Creo que nosotros sabíamos de la vida sexual ajena mucho más de lo que él llegó a saber nunca». Penetrante en su observación de las relaciones entre clases, libre y deslenguada en la expresión de sus deseos, Margaret Powell nos cuenta qué significaba para los de abajo preparar las cenas de seis platos de los de arriba. Un documento excepcional.
«Margaret Powell se dedica con toda la fuerza de su rabiosa inteligencia a desmontar un sistema que decretaba que dos grupos de seres humanos debían vivir vidas radicalmente distintas bajo un mismo techo» (Elizabeth Lowry, The Wall Street Journal)
«Estas memorias, divertidas y conmovedoras, airadas y llenas de encanto, me obsesionaron hasta que, muchos años después de leerlas, intenté captar a la gente que describe delante de una cámara. Lo cierto es que le debo mucho a Margaret Powell.» (Julian Fellowes, creador de Downton Abbey)
«Describe con simple y a veces angustioso detalle la división entre “nosotros” y “ellos”» (Judith Newman, The New York Times)
«Para hacerse una idea de qué vida llevaban realmente los sirvientes que hacían posible la lujosa vida de sus señores, es difícil superar las memorias que, sin contemplaciones ni sentimentalismos, escribió Margaret Powell» (Martin Rubin, The Washington Times)
«Un relato irresistible y desde dentro sobre la vida en el servicio doméstico y un documento fascinante de unos tiempos y unos lugares desaparecidos, hoy fetichísticamente añorados» (Kirkus Reviews)